martes, 6 de diciembre de 2011

El mito de la separación de la vida laboral y personal


Por Jeroen Sangers el 28 de Abril 2009




Hasta hace unos 200 años no existía ninguna separación entre la vida laboral y personal, solo había vida en general. La gente se despertaba, desayunaba, daba comida a los animales, cosechaba la fruta, arreglaba ropa, preparaba comida, etc., todo en el mismo día sin etiquetar las actividades como trabajo o personal.

Revolución industrial

La revolución industrial cambió todo eso. Para que las fábricas pudieran funcionar, fue imprescindible que todos los empleados estuvieran presentes al mismo tiempo. La introducción del horario fijo hizo que los empleados de las fábricas tubieran una clara distinción entre el tiempo que estaban trabajando en la fábrica y el tiempo que estaban a casa. Poco a poco la gente dedicaba más de su tiempo fuera de la fábrica a actividades de ocio, como deportes, mirar la televisión y vacaciones.
Vida de oficina

La siguiente revolución en la manera de trabajar, el trabajo de conocimiento en las oficinas, también tenía un impacto grande en la manera de trabajar, pero extrañamente no acabó con los horarios fijos. Gran parte de las tareas en una oficina no requieren la presencia de otras personas y con la tecnología actual se pudría hacerlas en cualquier sitio y/u hora.


Creo que hay dos motivos para mantener el horario fijo en estos casos. Los jefes quierencontrolar lo que sus empleados están haciendo en cada momento (igual que en las fabricas) y aún no han aprendido a gestionar el personal basado en los resultados obtenidos. Por otro lado, a muchos empleados también les interesan los horarios fijos, porque así tienen sus horas de diversión garantizados.
Hasta aquí todos contentos, ¿o no?

Poco a poco notamos que nos resulta más difícil mantener nuestras dos vidas completamente separadas. Para poder hacer trámites tenemos que pedir tiempo libre durante el día, y si hay mucho trabajo pasamos más horas en la oficina (pero nunca salimos antes si hay poco trabajo). Cada vez hay más gente que lleva trabajo a casa para hacer durante el fin de semana, y también recibimos más llamadas y SMS personales en nuestros móviles mientras estamos en la oficina. Además, como nuestro trabajo no es físico, nuestra mente tiene problemas de separar las dos vidas, así que mientras estás en la cola de la supermercado piensas en la reunión con el cliente importante que vas a tener mañana (siempre llevas un bloc de notas para apuntas estas ideas, ¿verdad?) y si estás procesando tu correo electrónico en la oficina estás pensando en las vacaciones de verano.


Es por esto que el consejo es tener solo un sistema de productividad para tu vida integral. Separar la vida laboral de la vida personal es algo contra-natural. Tenemos que volver a cambiar el significado de la palabra Trabajar a su significado original: hacer y cambiar cosas. Es igual si estás escribiendo una oferta para un cliente, pintando tu casa, diseñando la web de la empresa o lavando la ropa: estás trabajando. La única diferencia es que a veces estás trabajando hacia las metas de otras personas (que te pagan por eso) y a veces trabajas hacia tus propias metas.

Referencia: 
https://canasto.es/blog/separacion-vida-laboral-personal

Mapas mentales


GTD: Todos para Uno y Uno para Todos

Mapa mental
Uno de los motivos principales por el que mi solución personal para GTD está basada enMapas Mentales es por su potencia a la hora de trabajar con proyectos.
Los Mapas Mentales permiten aplicar una técnica conocida como "Funnel Timeline", algo parecido a "Embudo Temporal" y que consiste en lo siguiente:
  1. En el objeto central del Mapa Mental situamos el objetivo que queremos alcanzar con el proyecto. En el caso del ejemplo sería "Artículo para El Canasto Publicado". A mí me gusta redactar el objetivo representando la imagen que tendrá cuando lo consiga, por eso no pongo "publicar artículo" sino "artículo publicado".
  2. Desde el objetivo que queremos alcanzar con el proyecto, vamos añadiendo laspróximas acciones necesarias para conseguirlo pero lo hacemos en orden cronológico inverso, es decir, ¿qué tengo que hacer inmediatamente antes de que el artículo se publique? En este caso habrá que haberlo programado.
  3. Seguimos el proceso alejándonos del objetivo del proyecto con las próximas acciones previas que hay que ir cumpliendo. ¿Qué tiene que ocurrir antes de poder programar el artículo? Pues tendré que haberlo escrito. Este proceso se sigue hasta llegar a la primera próxima acción que tenemos que llevar a cabo con relación a nuestro proyecto.
Hay dos situaciones muy interesantes que al emplear Mapas Mentales resultan evidentes porque están representadas visualmente pero que no son tan obvias con otros sistemas.
Puedes observar que para poder Escribir el artículo en Movable Type antes hay que llevar a cabo tres próximas acciones: Pensar TítuloRedactar Contenido y Preparar Imágenes. Estas tres próximas acciones son independientes unas de otras. Da igual en qué orden las hagas pero hasta que no hayas hecho las tres no podrás completar la siguiente: escribir el artículo en Movable Type.
Estas tres próximas acciones son un ejemplo de lo que yo llamo "todos para uno", en el sentido de que hay que completarlas todas para poder realizar una única próxima acción siguiente.
La otra situación interesante es la inversa. Verás que antes de poder Pensar TítuloGenerar mapa mental con estructura o Preparar imágenes hay que haber completado la primera próxima acción del proyecto: Pensar un tema.
Este es un ejemplo de lo que denomino "uno para todos", con lo que me refiero a que una única próxima acción está bloqueando a varias, que no podrán completarse hasta que no se haya completado esa primera próxima acción.
Este tipo de enfoques visuales para GTD son muy útiles porque a la hora de decidir cuál es la próxima acción que vas a hacer puedes ver el impacto que vas a causar en cuanto a "liberar" otras próximas acciones que están bloqueadas.
Si quieres ser el D'Artagnan de GTD no te olvides de que en tus proyectos hay que aplicar el "Todos para Uno y Uno para Todos".

Leer mucho en poco tiempo


Por Jeroen Sangers el 29 de Julio 2011


La lectura rápida es un arte. Incluso es posible seguir cursos para aprenderlo — ¿algo para este verano? Yo lo he aprendido siguiendo un libro holandés, pero también hay un montón de información práctica disponible en internet.

Leer con más velocidad

Habitualmente leemos con una velocidad de 200 a 250 palabras por minuto. No obstante, nuestro cerebro es capaz de procesar la información mucha más rápida. Leemos tan despacio porque, aunque no leemos en voz alta, pronunciamos cada palabra con nuestra voz interior.
Es posible leer más rápido si dejas de pronunciar —subvocalizar— cada palabra. ¡Imagí­nate cuanto tiempo puedes ahorrar cada dí­a si incrementas la velocidad de lectura con un factor 2 o 3! Acabo de hacer una prueba y he sido capaz de leer este artí­culo a 700 palabras por minuto. Parece increí­ble, pero con mucha práctica y concentración es posible leer todaví­a más rápida; hasta 4700 palabras por minuto según Wikipedia.

Usar el dedo

La base de la lectura rápida es un truco sencillo: absorber el texto más rápido que tu velocidad de pronunciación. La manera más fácil de hacerlo es usar el dedo para guiar tus ojos. Incrementa, poco a poco, la velocidad en que pasas el dedo por el texto hasta que ya no puedes pronunciar las palabras y verás que todaví­a eres capaz de entender el texto. También puedes saltar las primeras y últimas palabras de cada lí­nea sin perder la idea general del texto, porque tus ojos son capaces de escanear varias palabras simultáneamente.
En lugar del dedo también puedes usar aplicaciones como Spreeder o RapidReeder que muestran las palabras una por una en la velocidad deseada.

Concéntrate

La preparación es esencial si quieres usar la lectura rápida. Antes de empezar el libro puedes estudiar la estructura: ¿qué quieres aprender del libro?, ¿qué partes del libro son más interesantes para ti?, etc. Una vez que te has abierto para el contenido debes concentrarte y empezar a leer. Un entorno tranquilo con música de fondo te ayudará a mantener la concentración necesaria. Si, después de haber leí­do un rato, pierdes la concentración puedes tomar una pequeña pausa.

Disfruta de una buena novela

Obviamente, solo usas la lectura rápida para literatura profesional y no para el último libro de Sarah Winman. Para literatura de calidad debes tomar el tiempo para disfrutar y usar la imaginación para realmente vivir la historia.
Foto cortesí­a de Mattox

Consejos para estimularte de hacer el Repaso Semanal


Por Jeroen Sangers el 21 de Noviembre 2011

Repaso
Frecuentemente me dicen que la parte más difícil de Getting Things Done es el Repaso Semanal. La mayoría de los seguidores de GTD lo han hecho alguna vez, pero casi nadie lo hace con frecuencia. Desde mi punto de vista, la falta de rutina para revisar todo el sistema de productividad personal es la mayor causa de fracaso en la implementación de los hábitos de este método.
Para ayudar a todos los que no hacen el Repaso Semanal con frecuencia, he recopilado esta lista con 11 consejos prácticos:
  1. Planifica el Repaso Semanal en el calendario para acordarte de hacerlo. Obviamente, solo funciona si realmente usas el calendario y si además tratas a cada cita como un compromiso.
  2. Haz la Revisión Semanal junto con una compañera. Si has quedado con otra persona, no será tan sencillo posponer la actividad. Además, juntos es más fácil de reservar una sala de reuniones para poder trabajar sin interrupciones.
  3. Convierte el Repaso Semanal en una actividad más divertida: escucha tu música favorita, enciende unas velas, toma una copa de vino o come un poquito de chocolate.
  4. Si trabajas horas extras esta semana, ¿porque no añadir una hora más? De este modo, al menos tendrás una visión general de lo que tienes pendiente para la semana que viene.
  5. Haz un Repaso Semanal corto. Es mejor hacerlo más breve que no hacerlo porque no tienes suficiente tiempo disponible. Empieza con la lista de proyectos y revisa tus listas de acciones. Si aun queda tiempo, también puedes revisar el calendario.
  6. Sal de la oficina para hacer la Revisión Semanal, hazlo por ejemplo en un bar. Allí seguramente puedes trabajar sin interrupciones y con menos distracciones. Una taza de café también ayuda.
  7. Si has llevado a tu hijo a su clase de música o al entrenamiento de fútbol, tendrás una hora para escapar de la rutina diaria. ¿Porque no usas este tiempo para revisar tu sistema de productividad?
  8. Haz el Repaso cada dos semanas en lugar de cada semana.
  9. Un día a la semana puedes poner el despertador a las 6:00 en lugar de las 7:00. La primera hora de la mañana habitualmente es más tranquila.
  10. Haz el Repaso Semanal en el tren usando el tiempo para viajar hacia la oficina.
  11. Divide la Revisión Semanal en pasos más pequeños para poder hacerlos en varios momentos durante el día.