martes, 21 de febrero de 2023

H. G. Wells, el autor que hizo creíble la historia

 Por: Daniela Ángel Madrid


Hace 78 años, miles de ciudadanos salieron asustados a las calles de Nueva York (Estados Unidos) por la supuesta invasión alienígena que provenía del vecino planeta Marte.

“Damas y caballeros, tengo que anunciarles una grave noticia. Por increíble que parezca, las observaciones científicas nos obligan a creer que los extraños seres que han aterrizado esta noche en una zona rural de Jersey (Nueva York) son la vanguardia de un ejército invasor procedente de Marte”, relató el locutor Orson Welles, a través de la cadena radial Columbia Broadcasting System (CBS) un 30 de octubre de 1936.

Aunque se hablaba de “lo más terrorífico que nunca se había presenciado”, de caras extraterrestres con “grandes ojos” como “dos discos luminosos”, lo que no sabían los ciudadanos es que esta narración radial hacía parte de un programa basado en la dramatización de obras literarias que Orson Welles interpretaba. Se trataba de la novela La guerra de los mundos (The War of the Worlds, 1898), del escritor de ciencia ficción Herbert George Wells.

Ciencia ficción

Este novelista, más conocido como H. G. Wells, es considerado uno de los principales precursores de la ciencia ficción en la literatura mundial junto a Julio Verne, según el especialista en edición de publicaciones y magíster en Literatura Colombiana, Carlos Alberto Álvarez.

“Esta atribución fue gracias a la técnica de verosimilitud (que parece verdadero o que es creíble) que H. G. Wells utilizó en su narrativa”, señaló el especialista y, al tiempo, explicó que en La guerra de los mundos “se incluyen varios nombres propios de lugares reales de Inglaterra, como Woking, que es una ciudad en el Condado de Surrey; Chertsey, otro municipio y Ottershaw, un pueblo inglés, todos del mismo condado.

Otro caso en el que se registra esta técnica, “con la idea de hacer creíble la historia”, es cuando H. G. Wells “brinda datos científicos para detallar cómo los marcianos hacen una observación, detenida y envidiosa de los habitantes de la Tierra”, destacó Álvarez.

En el siguiente fragmento de la novela puede apreciarse la mencionada técnica: “Casi no necesito recordar al lector que el planeta Marte gira alrededor del Sol a una distancia de 140 millones de millas y que recibe del astro rey apenas la mitad de la luz y el calor que llegan a la Tierra. El hecho de que tiene apenas una séptima parte del volumen de esta debe haber acelerado su enfriamiento, dándole una temperatura que permitiera la aparición de la vida sobre su superficie. Tiene aire y agua, así como también todo lo necesario para sostener la existencia de seres animados”.

Influencias en la ciencia

Las novelas de H. G. Wells influyeron en el ingeniero aeroespacial Wernher Von Braun, diseñador del cohete Saturno V, que llevó la tripulación de hombres que pisaron la Luna por primera vez en la historia.

Por sus escritos relacionados con la ciencia, en 1970 un grupo de científicos de la Unión Astronómica Internacional (UAI) decidieron en su honor llamar H. G. Wells a un astroblema lunar, es decir, a la depresión que dejó el impacto de un meteorito en la superficie ubicada en la cara oculta de este satélite natural.

Las obras de este genio de la ciencia ficción inspiraron el futuro de aquella época y hoy sus libros son un legado literario que continúa vigente.

Otras novelas de ciencia ficción de H. G. Wells

La máquina del tiempo (The Time Machine, 1895), fue la primera novela publicada de H. G. Wells, en ella trató el tema político de la lucha de clases entrelazado con la ciencia y los viajes a través del tiempo.

En La isla del doctor Moreau (The Island of Dr. Moreau, 1896), Wells abordó la obligación de la acción ética del científico en los límites de sus descubrimientos.

Una temática similar a la publicación anterior descrita, adoptó Wells en la novela El hombre invisible (The Invisible Man, 1897).

Finalmente, en Los primeros hombres en la Luna (The First Men in the Moon, 1901), el autor utilizó la idea de hacer creíble la historia.

Estas novelas, junto a La guerra de los mundos, fueron la inspiración para la producción de varias películas cinematográficas, consideradas por los críticos como clásicos del siglo XX.

Referencia

Angel Madrid, Daniela. (23 de septiembre de 2016). H. G. Wells, el autor que hizo creíble la historia. Periódico El Mundo.

Exoplanetas: mundos entre la realidad y la ciencia ficción

 Por: Daniela Ángel Madrid


Planetas narrados desde la literatura y la cinematografía, surgidos desde la imaginación de diversos autores, podrían ser finalmente descubiertos por las ciencias exactas. Quizás estén por allí en algún lugar del universo.

El descubrimiento de exoplanetas, planetas más allá del sistema solar, fue un hecho que apenas se efectuó hace dos décadas. “Los científicos llegamos tarde a esa búsqueda, porque antes de nosotros había llegado la imaginación de los autores de las novelas fantásticas. Es allí donde los científicos entramos en contacto con la ciencia ficción”, expresó el Ph D en Astrofísica, Jorge Iván Zuluaga.

“La ciencia ficción ya había soñado por siglos con otros mundos, sus paisajes y sus posibles habitantes”, añadió y luego reconoció que la mayoría de las ideas que desarrolla en su línea de investigación “han sido previamente pensadas por la literatura”.

Novelas que imaginaron a los exoplanetas

La primera novela considerada de ciencia ficción fue Del universo infinito y sus mundos (De l´infinito universo et Mond, 1584) de Giordano Bruno, quien se aventuró a establecer la idea del “universo incontable”: “Existen, pues, innumerables soles; existen infinitas tierras que giran igualmente en torno a dichos soles, del mismo modo que vemos a estos siete (planetas) girar en torno a este sol que está cerca de nosotros”, dice la obra. Para el año 1610, esta idea fue corroborada por Galileo Galei.

Luego se adelantó a la ciencia El Sueño (Somnium, 1603) de Johannes Kepler, en la que el autor estableció el sueño de ver la Tierra desde la Luna, lo cual fue realizado por la Nasa 373 años después con cámaras robotizadas, que tomaron las primeras fotografías del planeta terrestre.

The Speedy Journey (1744) de Eberhard Christian Kinderman fue la tercera novela de ciencia ficción que se adelantó a los trabajos de los científicos. En la historia se narra el primer viaje a Marte y se menciona la existencia de las lunas de este planeta rocoso. Sin embargo, estos satélites naturales denominados Fobos y Deimos fueron descubiertos sólo hasta 1877 por el astrónomo estadounidense Asaph Hall.

Ocho años después, Micromegas (Micromégas, 1752), de Voltaire, se convirtió en la cuarta novela de ciencia ficción. Habla de la existencia de un planeta fuera del sistema solar: esta es la primera historia con la idea de un exoplaneta más grande que Júpiter. En el año 2009, fue descubierto el planeta Wasp-17b, efectivamente con un tamaño mayor al de Júpiter, pero con un peso más liviano, por lo que es un “planeta inflado”, según contó Zuluaga.

Atardecer (Nitghfall, 1941), de Isaac Asimov y Robert Silverberg fue la quinta novela de ciencia ficción. El Narrador allí se imaginó un “atardecer eterno”. Luego se halló a Kelt-4AB, un planeta extrasolar que órbita a tres estrellas, por lo cual en este planeta no hay anochecer, sino que se da cada 2.000 años.

Igualmente, la sexta novela, fue Mundos Artificiales o Mundo Anillo (Ringworld, 1970) de Larry Niven. En ella se mencionan a extraterrestres que se “trastearon” a una nueva galaxia, pero no encontraron el planeta habitable, por lo cual construyeron una estructura cilíndrica alrededor de una estrella para absorber así su energía. “En este momento hay una estrella descubierta que muestra mucha variabilidad su energía al estudiarla y se puede pensar en que tal vez podría tener una estructura similar a su alrededor”, declaró Zuluaga.

La séptima novela en este sentido fue Contacto (Contac, 1985) de Carl Sagan. En esta obra se planteó un viaje a través de un agujero de gusano hacia la estrella llamada en la novela Vega. Aunque, Vega realmente existe y está ubicada en la constelación de la Lira, a 52 años luz de la Tierra, y fue la primera estrella, después del Sol, en ser fotografiada y en realizársele un registro espectral, en la obra de Sagan se menciona a Vega como “prácticamente una vecina de al lado”.

Exoplanetas en el cine

Un caso de un planeta similar a los mencionados en el cine es el de Kepler 47, que posee dos soles, similar al planeta Tatooine descrito en el universo de la saga Stars Wars, dirigida por George Lukas.

También en el filme Avatar, de James Cameron, se menciona a una civilización nativa que vive en la luna Pandora que gira alrededor de un planeta. “Podrían existir lunas que estando a la distancia correcta pudieran ser habitables”, expresó el Ph D en Astrofísica, Jorge Iván Zuluaga.

Referencias

Angel Madrid, D. (19 de septiembre de 2016). Exoplanetas: mundos entre la realidad y la ciencia ficción. Peródico El Mundo.